Too Good To Go BlogUn café con... Covirán

En Too Good To Go estamos muy felices de poder contar con grandes aliados y aliadas con los que compartir misión y que están tomando acción para avanzar juntos hacia un planeta en el que la comida no se desperdicie.

Y queremos darles voz a todos ellos y ellas. Por ello, hoy nos vestimos de estreno en nuestro blog porque, a partir de ahora, todos los meses nos vamos a tomar ‘Un café con…’ los responsables de algunas de las marcas con las que ya estamos trabajando juntos y les preguntaremos cómo están abordando en sus establecimientos la lucha frente al desperdicio de alimentos, cómo nuestra app Too Good To Go está siendo una ayuda en esa misión así como hablar de lo que está por llegar y si un futuro sin desperdicio de alimentos es posible.

Y en este sentido el primer café nos lo hemos tomado con Esteban Gutiérrez, director general de Covirán con quienes llevamos uniendo fuerzas desde mayo de 2019 implementando ya la app en 104 establecimientos y habiendo salvado ya más de 18.500 packs de comida, lo que supone haber evitado el desperdicio de más de 18 toneladas de alimentos. No te pierdas a continuación lo que nos ha contado.

1.- ¿Cómo y por qué decidís desde Coviran luchar contra el desperdicio de alimentos?

Luchar contra el desperdicio alimentario es una prioridad para Covirán. Hace más de una década que comenzamos a sensibilizarnos tanto a nivel interno como con nuestros socios y clientes sobre este reto que tenemos como sociedad.

Nuestra cooperativa está sustentada en hacer mejor el entorno en el que se ubican nuestras tiendas. Por algo, nos consideramos ‘Supercercanos’: no podemos, ni queremos, mirar para otro lado ante la realidad de que en el mundo se desperdician 2.500 millones de toneladas de alimentos al año, a la vez que 828 millones de personas pasan hambre todos los días, según los datos de Unicef.

Las empresas podemos ser parte de la solución y, humildemente, debemos aportar nuestro granito de arena. La gestión responsable de la pérdida conocida en nuestros puntos de venta se integra de manera natural en la gestión de Covirán y sus socios. Como cooperativa y empresa de economía social, consideramos que existe una responsabilidad social mayor en nuestro entorno.

Lo hacemos con toda la cadena de valor: en las tiendas y tratando de influir en positivo en todo el Gran Consumo, a través del Comité contra el Desperdicio de AECOC, del que somos miembros fundacionales y donde debatimos e incorporamos buenas prácticas.

2.- ¿Qué os llevó a empezar a trabajar con Too Good To Go?

Too Too Good To Go nos pareció una gran idea desde que conocimos su funcionamiento y cómo evitaba, de manera natural y con procesos digitales, el desperdicio de muchos alimentos en distintos sectores. Pronto tuvimos claro que se podía convertir en un gran aliado para nosotros.

Too Good To Go nos permite facilitar y medir nuestra lucha contra el desperdicio alimentario en nuestros puntos de venta, contando con los clientes y con los socios de la Cooperativa. Con la aplicación, minimizamos el impacto del desperdicio de alimentos que son aptos para el consumo, pero no para la venta.

3.- ¿Cómo es trabajar con la App en el día a día?

Los equipos que están en el día a día de la operativa transmiten una gran satisfacción con los procesos.

Nosotros nos ocupamos de la sensibilización y formación en la materia a través de la Fundación Covirán y, a partir de ahí, entra en juego el punto de venta, que configuran la aplicación y comienzan a aplicar la operativa. 

La merma se distribuye a diario en unos “packs sorpresa” con un precio mínimo establecido. Se trata habitualmente de productos con fecha cercana, además de otros que pudieran tener algún defecto o golpe, pero que son perfectamente aptos para el consumo. A partir de ahí, ya es el socio o la tienda quien determina las horas de Recogida de los packs a las que el cliente puede acudir.

Agradecemos especialmente que es un proceso digital que no ha requerido ningún Desarrollo informático por nuestra parte y que se adapta bien a los ritmos de Covirán.

4.- ¿Cuáles son las ventajas de digitalizar el proceso de lucha contra el desperdicio alimentario?

Agilidad, eficacia, buena experiencia de cliente, métricas… por no mencionar la rentabilidad adicional que las tiendas obtienen sobre productos que, de otro modo, acabarían desperdiciados. Es una optimización tanto económica como social.

Además, hemos comprobado que su utilización atrae nuevos clientes: un 86% de los usuarios de Too Good To Go se convierten en clientes habituales.

5.- ¿Crees que hay más sensibilización en general sobre el desperdicio de alimentos tanto entre los consumidores como en el sector?

Absolutamente. Afortunadamente, cada vez somos más conscientes de la importancia de una correcta gestión del sobrante o alimentos no aptos para la venta, pero sí para el consumo.

Todos los agentes implicados, llevamos años informando y trabajando en medidas preventivas que eviten este desperdicio de alimentos. En Covirán tenemos muy presente nuestro compromiso y obligación en desarrollar políticas y acciones concretas tanto para prevenir la merma o desperdicio alimentario, como en su correcta gestión.

6.- Como una de las compañías de referencia en el sector, ¿crees que el desperdicio cero es un reto alcanzable? Y si pudieras pedir un deseo, ¿qué crees que se puede hacer o sería necesario hacer para poder llegar a esa meta?

Es un objetivo muy ambicioso pero no imposible. Creemos en el trabajo para intentar, al menos, tender como sociedad a que el desperdicio sea cero. Debemos insistir y ser altavoces para llegar a todos los grupos de interés y trabajar conjuntamente en este objetivo final.

Sobre el deseo, iría en la misma línea. Que la sociedad en general, y la cadena de valor en particular, normalice la importancia que tiene el cuidar de nuestros recursos alimenticios. Se ha logrado ya en muchos aspectos que antes parecían impensables y una causa como esta, bien merece el trabajo conjunto de productores, distribuidores y tecnológicas para que al final los clientes lo conviertan en su comportamiento habitual.

La regulación normativa ayuda enormemente a conseguir estos objetivos, pero es necesaria una conciencia global para que se haga real. Nosotros estamos decididos.